miércoles, 24 de octubre de 2007

De vuelta por estos lares... eu vim de visitar Porto

Heme aquí, de vuelta, luego de unas rápidas vacaciones a O Porto (si, no lo he escrito mal porque Oporto es en realidad O porto o el Puerto, en portugues).
Que decir además de que me encantó la ciudad y su gente. Esa calidez para con el extranjero y esa simpatía me tocó una fibra olvidada de mi ser. Y es que por unos momentos (breves pero ahí estuvieron) me sentí de nuevo en mi Santo Domingo querido. Luego de un año en Madrid, se olvida una de lo que es ese calor humano que se siente cuando entras a un sitio sin sentir esa soledad (como si fueras eternamente un extranjero y rechazado por ello).




No me entiendan mal, no es que la gente de madrid no sea calida. Alguna lo es, pero no es lo común. Aquí todo el mundo va a lo suyo y rara vez se detiene a ayudar a alguien. En un metro la gente no te mira a menos que tengas una pinta horrorosa, una nariz roja o algo que le interese. Es raro escuchar una conversación en el metro de madrid entre dos personas que se acaban de conocer porque todo el mundo va leyendo un libro, o escuchando música o simplemente con la mirada perdida en el vacío y la actitud ni-se-te-ocurra-acercarte.




En cambio, en Porto la gente desde que te ve que eres extranjera (y no se de donde sacaron la idea de que yo era brasileña) te detiene para hablar, la gente en el ascensor habla contigo y comparte chistes aún cuando no entiendas ni la mitad de las palabras.


Y el vino, que decir del vino... Es dulce, y engañosamente suave, pero a la vez muy fuerte y si te llevas del gusto terminas por los suelos con una borrachera increíble. El mejor que probé, el lágrima (que es un blanco de 10 años) muuy bueno




A pesar de que no hay muchos latinos en Porto (de hecho no vi al primero que me dijera soy de tal o cual país de América) comparte con nosotros el buen trato y servicio a la gente, el poco gusto por la cultura (perdón, pero la verdad como es y hay que reconocer que la educación no parece ser una prioridad de la ciudad), la alegría musical y el sazón en las comidas.


Y sabes que me asombró más: los animales callejeros. Tenía un año que no veía un gato en la calle solo, y mucho menos un perro. Será por eso que tuve la sensación de estar cerca de mi país desde que arrivé. Era un sentimiento que no pude explicar, pero cada calle, la gente, los servicios, hasta el metro me recordaba a República Dominicana (donde por cierto todavía no hay metro) y no sabía porque.


Tuve que recorrer las calles y callejuelas, ver la gente en su día a día, probar su comida, hablar con ellos para entender donde estaban esas similitudes que tanto veía y no sabía explicar.

Debe ser cosa de la cercanía de las playas y el estar a la orilla de un río grande y profundo como el Duero. He notado, en mis cortos viajes por el mundo que la gente que vive cerca del agua, en especial de las playas tiende a tener muchas similitudes unas con otras, aunque no sean del mismo país. Si no tomen el ejemplo de España donde si me hubieran dado un euro por cada vez que me han dicho que parezco de las islas canarias o de la parte baja de Sevilla, ya fuera rica.


Pero a pesar de las similitudes también habían diferencias y las percibí. Obviamente la gente es más educada, más prudente, más amable que en mi país y también más confiada y menos violenta (eso es algo que tienen los europeos que conozco).


Pero me gusta de la ciudad que a pesar de los años transcurridos mantiene sus edificios intactos, evocando el pasado en cada azulejo y cada cartel que anuncia el nombre de una calle. Y el atardecer, en la ribera del Duero solo se describe como mágico..


Para mi Porto se define en dos palabras: Mágia y vino...

jueves, 11 de octubre de 2007

Abajo las operadoras de internet

Hola again, he estado perdida por estos lares, debido a que mi servicio de internet apesta y mucho!!! No se si saben, pero vivo en un piso compartido por estudiantes. El caso es que una de ellas era la titular de la cuenta de Internet y cuando se marchó se dió de baja debido a que "no se puede cambiar de titular en las ofertas de telefónica".

Bueno, el caso es que pues yo solicité un servicio nuevo de adsl a 3 megas (con la dichosa promoción esa que tienen puesta). Pues resulta que lo he solicitado hace mas de semana y media y todavía no he recibido ni notificación, ni contacto ni nada.

Uno diría, que teniendo en cuenta de que ya tengo el router wifi, y la línea instalada (vamos, que lo único que hace falta es la reinstalación del servicio) no debería tardar tanto. Pero lo mejor del caso es que cuando intenté llamar o ir a una oficina para reclamar o recibir una explicación sobre lo que había pasado, adivinen que? no existe un servicio al cliente en si. Te dan un número que te refiere a otro, y este a otro. Y si tienes suerte y te encuentras con algún empleado amable que al escucharte medio irritado te transfiere al departamento que es, tienes que esperar unos 15 minutos para que te atiendan (es lo que pierdes mientras te envían de un departamento a otro y el lapsus de espera entre ambos).

Y luego, toda esta espera para qué? para que alguien, que por la forma de hablar y por como se escucha la línea está sentado en su casa en la India, Ecuador, Argentina u otro sitio a miles de kilómetros de aquí, te diga que el caso está en trámite y que se pondrán en contacto contigo antes de que transcurra un mes. Y no te creas que las otras son mejores (aunque ONO parece un poco más razonable, Orange solo pone internet a quien ya tiene línea de teléfono [que obviamente será de telefónica] y Vodafone no tiene internet para hogares)

¿A quien te quejas cuando pasa algo así? ¿Es que en este país no entienden lo que es el concepto de atención al cliente, eficacia y buen servicio? A mi me habían dicho que este es un país desarrollado. Siii, claro, y yo que vengo de un país "tercermundista" solo tengo que llamar para un servicio y en 24 horas (48 si algo sale mal) tengo el servicio listo. Aquí pareciera que es un favor que te hacen y que no vas a pagar tu dinero.

Son estas clases de situaciones las que me hacen odiar madrid...

lunes, 1 de octubre de 2007

EL AMOR ESTÁ EN EL AIRE...

Todos a los que conozco están consiguiendo vivir su propia historia de amor. MA se fue a un pueblo a trabajar y conoció al hombre de su vida. MY pudo por fin ir a pasarse unos días con su novio por Internet y hasta consiguió un trabajo allá y piensa trasladarse definitivamente para allá. LR se va a casar con el hombre de su vida, que apareció después que ella se había rendido y ha tenido la paciencia del mundo para enamorarla y convencerla de que los hombres no son engendros del diablo y que vale la pena amarlos. TB consiguió un buen hombre después de haber tenido la experiencia más horrorosa con uno de los desgraciados más grandes que ha salido de una piedra (porque eso no nació de mujer). Y ahora vive feliz con él, en una relación estable y aceptable. Y BM consiguió encontrar a un chico bueno, guapo, joven, atento, inteligente, que le hiciera olvidarse del imbécil con el que salió, que la dejó colgada y que se cree con el derecho de buscarla cuando se cansa de la otra que tiene. EZ consiguió un chico con fobia al compromiso, pero que la quiere lo suficiente para vivir con ella y su familia, presentársela a todos sus amigos (aunque diga que es solo una amiga jajaja) como su pareja. LJ y AV destilan miel por los poros a un año de relación, y JA y GH se han reencontrado y siguen igual que antes. NA está prometida, embarazada y a punto de casarse con el hombre de su vida, que es un pan de dios, y que conoció por Internet, CH se va a casar con su novia de los últimos años, la mujer de su vida, quien es la única que lo comprende y lo conoce tal cual es. Hasta YA ha encontrado pareja, con la que sale desde hace varios meses.

Todos los que me rodean están, de una forma u otra, acompañados, en una relación, enamorados… Y yo sigo igual que antes. Sola, sin pareja y sin perspectivas…

Me siento como excluida. Como que todo el mundo está en una etapa diferente, en un nivel distinto. Y yo sigo aquí, estancada y sin salida. Y lo peor es que no sé si eso me gusta o me da igual. Pero que fastidio cuando hay tanto amor en el aire menos en el tuyo.

Chicos malos vs chicos buenos

Hoy he terminado de leer un libro de Olivia Goldsmith (si, la autora de El club de las primeras esposas) que se titula Chico Malo busca chica y trata de la vida de un hombre casi perfecto (en realidad el sueño hecho de una mujer, con algunas imperfecciones como el no saberse vestir) y la amiga que lo ayuda a convertirse en un buitre devorador de mujeres (y obviamente se enamora por el camino).

Me ha llamado la atención esa idea tan arraigada de que a las mujeres nos gustan los chicos malos. De hecho en República Dominicana hay un dicho que dice “muchacha bien criada siempre le gusta un tiguere”. Y eso es cierto hasta un punto.

No es que “nos gusten” los chicos malos, es la idea del reto, de que son como niños que hay que moldearlos. Es el instinto maternal surgiendo. Y si a eso le añades los estereotipos y los malos hábitos inculcados desde niños (machismo, baja autoestima, inseguridad, mala relación con los padres) tendrás a una boba dispuesta a soportar las estupideces de ese tipo de “chicos malos”

Lo gracioso es que a la hora de hacerle el cambio radical al amigo, la chica sale con un vago, “músico”, egoísta, mantenido e imbécil. O sea un LOSER en mayúsculas, y el chico termina reformándose, consiguiendo un trabajo, siendo más atento, responsable.

Me reí de la ironía, mientras el bueno quiere ser malo, el malo se dio cuenta de que para lograr lo que quería tenía que ser bueno. Y es que si es cierto que las mujeres se dedican los primeros años de su vida (calculo que hasta los 27, pero depende de la edad, las experiencias y la madurez) eligiendo sapos (jóvenes, inmaduros, irresponsables, infieles y egoístas [he rechazado lo de mantenidos porque me cuesta creer que en pleno siglo XXI existan tantas idiotas dispuestas a mantener un hombre}) hasta que un día se cansan y se buscan un hombre de verdad que les de lo que necesitan.

Y mientras tantos, los hombres buenos que existen (los pocos que han sobrevivido ilesos a esa novia desgraciada que los marca de por vida y los vuelve inservibles) se cansan de buscar a una mujer que les haga caso y se vuelven malos, o tienen la suerte de que el destino o lo que sea haga que una mujer lo note antes de que sea demasiado tarde.

Y al final se me hizo la luz en la cabeza. Esto no tiene que ver con sexos. Pasa en ambos bandos (conozco muy buenos ejemplos). El problema es el que siempre ha existido. Que la mayoría de las personas no son capaces de ver más allá de la superficie de los demás, principalmente del sexo opuesto. Nadie ve (o quiere ver) más allá de la ropa que viste, del trabajo que tiene, del medio de transporte que tiene, de si es atractivo o no, que si tiene buen culo o buenas tetas, lo que hace en sus ratos libres, etc. y en base a eso, juzgan, encasillan y etiquetan.

Y si por casualidad, alguien que se detiene a observar se encuentra con algún de los anteriores, su propia inseguridad los lleva a rechazar esa persona porque es “demasiado buena para mi”.

Ahh las complejidades del amor. Lo bueno es que como mecanismo de perpetuar la especie la madre naturaleza se reinvindica uniendo a dos buenos, luego de varios malos (para que se mantenga la eterna llama del romance). Y si no, existen los embarazos no deseados, las parejas por despecho o desesperación, los matrimonios de conveniencia y los padres solteros. Cualquier cosa para que se perpetue la especie…