jueves, 12 de febrero de 2009

Filosofando en Internet

Esta historia circula por Internet desde hace años. Es graciosa, y lo más seguro poco verídica porque no creo que en esta época de la civilización lleguemos a eso, aunque me consta que situaciones parecidas, aunque en menor grado, han sucedido. Y me da pena que todavía quede gente que piense que porque el otro es diferente (y no me refiero solo al color) no está a su altura.


El racismo es sólo una forma de discriminación, pero la gente se discrimina la una a la otra por su "estatus social", porque tiene más o menos dinero, porque una fue a la universidad y la otra no, porque se pagan viajes caros, las mejores ropas y las discotecas más "exclusivas" (donde va la gente bien, no los palurdos y las chonis que solo porque visten diferentes son menos que el zapato), o simplemente porque no son iguales a los otros. Conocí a una persona en mi trabajo que se quejaba de que la acusaban de racista porque hablaba mal de una persona negra. Lo cual no es cierto, porque hablaba mal de todo el mundo. Pero ella es una persona que discrimina a todo el que no es como ella: que mira a los que limpian por encima del hombro, que trata de esclavo a todo el que no tenga un "rango", que si no es alguien que ha estudiado o ido a la universidad (aunque la universidad se le haya escurrido entre los pies) no es digno de su atención.


Lo más gracioso es que nunca tuve problemas con esa persona porque por alguna razón le gusta la gente de color, en especial las latinas, pero no soporta los africanos, los moros, los italianos (a menos que estén buenos) ni los franceses. Su problema no es contra la raza sino contra la nacionalidad. Y aunque tenía el mal tino de hablar mal de los extranjeros en general (sin discriminar color de piel ni nacionalidad) frente a mi, olvidando que yo tambien soy extranjera, no es mala persona, sino prejuiciada. Y como he visto que los prejuicios van de parte y parte (conozco a muchos latinos con ese mismo problema frente a los españoles, solo por ser de España), no le doy mucha importancia, solo me da pena.


Anyway, que he puesto esta historia para que la gente tenga presente que no siempre su punto de vista es el correcto.


EN EL AVIÓN

¿Cuál es el problema, Sra.? - Pregunta la azafata.

- ¿Es que no lo ve? - Responde la dama - Me colocaron junto a un negro. No soporto estar al lado de uno de estos seres repugnantes. ¡Deme otro asiento!

- Por favor, cálmese... - dice la azafata - Casi todos los asientos están ocupados. Voy a ver si hay un lugar disponible.

- La azafata se aleja y vuelve de nuevo algunos minutos más tarde:

- Sra., como yo pensaba, no hay ya ningún lugar libre. Hablé con el comandante y me confirmó que no hay más sitios disponibles en la clase económica. No obstante, tenemos aún un lugar en primera clase.

- Antes de que la dama pueda hacer el menor comentario, la azafata sigue:

- Es del todo inusual permitir a una persona de la clase económica sentarse en primera clase. Pero, vistas las circunstancias, el comandante encuentra que sería escandaloso obligar a alguien a sentarse junto a una persona tan repugnante.

- Y dirigiéndose a la persona de color, la azafata le dice:

- Si el Sr. Lo desea, tome su equipaje de mano, ya que un asiento en primera clase le espera.

Y todos los pasajeros alrededor, que, sorprendidos, asistían a la escena se levantaron y aplaudieron...

No hay comentarios: