viernes, 11 de septiembre de 2009

11-S Ocho años después

Mira las vueltas que da la vida. Recuerdo exactamente el momento en que ví la noticia sobre el 11-S. Estaba en la universidad, y acababa de llegar a la oficina del FEFLAS, donde mi amigo Cadiz militaba para risas (y un poco de verguenza) de los demás estudiantes de periodismo. No piensen mal, pero es que después de tanto hablar de objetividad e imparcialidad, mostrarse partidario abiertamente estaba mal visto (ahhh, la inocencia del idealismo estudiantil!).


El caso es que al entrar a la "oficina" del Feflas (cuartucho semejante a un armario de limpieza) lo primero que vi fue la imagen del televisor. Una de las Torres Gemelas humeaba y en ese preciso instante se acercaba el segundo avión. Pensé que veían una pelicula de Hollywood (han destruido Nueva York más veces de la que se pueden contar con las dos manos) hasta que los rostros serios (y el logo de CNN) me dijeron lo contrario. Eran como las 9 y 05, y aunque no lo sabíamos, el mundo había cambiado un poquito.


En mi pequeña parte del mundo estamos acostumbrados a escuchar sobre los ataques terroristas y pensar como algo muy lejano, que le pasa a otra gente siempre. Hasta que ves que sucede en la ciudad donde más dominicanos tienen familia y comienzas a preguntarte: ¿Alguno de los míos trabaja ahí?
Para muchos, ese día el mundo cambió. Por qué? porque la imagen de la "máxima" potencia se resquebrajó y se rompió en mil pedazos (al igual que las torres gemelas del World Trade Center). Si la potencia más fuerte del mundo es tan vulnerable que le espera a los demás. Ese fue el mensaje. Y surtió su efecto. Ocho años más tardes, Estados Unidos (y la mitad del mundo consigo) atraviesa una de las crisis financieras más grandes de su historia.
¿Que por qué? porque el mundo financiero perdió su confianza en ellos. Los efectos políticos, sociales y económicos de un simple ataque terrorista (perdón, pero estos ocurren demasiado a menudo en otras partes del mundo) todavía se sienten en el mundo. La onda expansiva de miedo, desconfianza y preocupación llevó a una o dos guerras absurdas, a otros ataques terroristas (el 11-M en madrid, y los ataques en londres el 7 y 21 de julio), al acribillamiento erróneo de un ciudadano brasileño en londres sin ninguna razón aparente, al primer presidente negro de Estados Unidos y como ya dije a una de las crisis económicas más grandes de la historia actual.
Tres mil diecisiete (3,017) muertos (incluyendo 24 que nunca aparecieron y los 19 terroristas) en uno de los atentados terroristas con mas víctimas en el mundo. Mi país obstenta desgraciadamente el título de la nacionalidad de más latinos muertos en el atentado: 25. Y aunque parecen pocos entre mas de tres mil, para 25 familias fueron más que suficiente.
Ocho años después el mundo recuerda la tragedia. Y aunque no es ni ha sido la única, hay que reconocer el impacto de este hecho en nuestras vidas. Después de todo, quien no recuerda que estaba haciendo ese once de septiembre del 2001, el día en que "el mundo cambió"

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